R10_ LA ARQUITECTURA Y NUESTRA SALUD

¿Sabías que existe el día mundial de la arquitectura?

Pues sí, si que existe, y es el 3 de octubre. Tras la pandemia y el confinamiento este día se ha tornado más reconocido por toda la población ya que una serie de arquitectos publicaron reflexiones sobre cómo el diseño de las viviendas y ciudades puede afectar a nuestra salud física y mental.

Pero ¿cómo va a afectar la arquitectura a nuestra salud? Pues lo cierto es que sí, afecta y mucho.

El aislamiento de los interiores, las dimensiones de la vivienda, las ventanas, la existencia o no de terrazas, y la funcionalidad de los espacios… influye en la “salud” de la vivienda y, por extensión, en la salud de las personas que la habitan.

De igual modo, hay ciertas características que afectan de forma negativa o positiva, dependiendo de cuales sean, según la forma que tienen las calles y la ciudad.

Con el paso del tiempo se va visibilizando este hecho y la gente empieza a tomar conciencia de lo importante que puede llegar a ser.

Cada vez, los arquitectos y, también los que se quieren construir una casa, hacen especial hincapié en estos aspectos, con la finalidad, como he dicho antes, de que no les afecte a su salud.

Hay algunos elementos que nos ayudan a evitar, o por lo menos, reducir el estrés. Está demostrado científicamente que la presencia de la naturaleza verde, vegetación, elementos verdes, paisajes y plantas relajan el estado emocional y bajan el nivel de estrés, así como también que techos altos propician las actividades creativas y artísticas, mientras que los bajos favorecen la concentración, el trabajo rutinario y la sensación de seguridad para dormir.

La arquitectura afecta al desarrollo de nuestra mente y de nuestras capacidades, así como también afecta a nuestra salud tanto física como emocional.